Algunas veces los sentimientos juegan con nuestra mente y nos hacen creer cosas que en realidad no sentimos, hasta nos podemos llegar a ilusionar, obsesionar o incluso a encaprichar con una persona y quizás lo que sentimos es algo pasajero. Pero también existen los casos en los que si hay un sentimiento puro y no le prestamos atención por miedo a equivocarnos. Son temas complicados, a veces es cuestión de arriesgarse, puede ser que por tratar de prevenir algo nos perdamos de una experiencia bastante interesante y por que no talvez sea una experiencia que cambie nuestras vidas.