Salió lo más rápido que pudo de las cuatro paredes que lo encerraban. Camino hacia las mesas que vio enfrente del edifico. Paso debajo de una Ceiba y frente a varias parejas que conversaban disfrutando de la sombra que producía el gran árbol. Casi ni se percato de de lo que ocurría a su alrededor. Su vista estaba puesta sobre la mesa que se encontraba vacía, estaba justo a la orilla del sendero donde circulaban más personas. Era justo la hora.
Le faltaban unos cuantos metros para llegar a donde se dirigía. Llevaba colgada al hombro su mochila de lona café con hebillas de metal, que sonaban al golpearse la una con la otra a cada paso que daba.
Mientras se aproximaba a la banca tomo la mochila entres sus manos. Parecía que busca algo dentro de ella.
Entonces por fin llego hasta la banca. Se acomodo y puso su mochila sobre la mesa, aun seguía buscando dentro de la mochila con desesperación algo que parecía no estar ahí. Pero recordaba muy bien haberlo metido en su bolsón.
De pronto se detuvo, y su rostro dibujo una sonrisa, el sabia que tenia que estar ahí, saco el cigarrillo de la mochila lo encendió y como que fuera una de las cosas mas deliciosas del mundo empezó a se sentir como el tabaco llenaba sus pulmones. Por fin ahora ya estaba tranquilo.